Si utilizabas la plataforma CamCokine, ya sabes de qué voy a hablar. Esta plataforma de camming desapareció repentinamente de Internet en septiembre de 2020, sin una palabra de explicación. Desde entonces, tanto camgirls como clientes se encuentran bloqueados, sin posibilidad de generar ingresos.
Sin embargo, el sitio ha anunciado una gran reapertura con modelos aún más sexy. ¿Pero qué pasa con los que ya utilizaban CamCokine y que están sin ingresos desde agosto? ¿Y los clientes que habían pagado sus suscripciones?
CamCokine ha sido uno de los sitios franceses más importantes en esta industria desde hace más de diez años, una de las principales páginas de shows en vivo. Lo que más aprecian los clientes es que ofrece espectáculos privados, algo poco común. Las camgirls se sentían bien, confiadas y cómodas. Pero entonces, como una nota discordante en una dulce melodía, el sitio cerró de repente en agosto de 2020 sin avisar a nadie.
Y en particular, sin pagar a las chicas que habían trabajado en el mes y medio anterior sin cobrar. Entre ellas había participantes de un concurso llevado a cabo ese verano que no recibieron el dinero de su premio. Las facturas pendientes suman fácilmente miles y miles de euros.
«Algunas chicas dependían por completo de CamCokine para vivir, a veces eran madres. Se encontraron en la indigencia de la noche a la mañana». Un grupo de una veintena de camgirls calcula que sus daños acumulados ascienden a 35.000 euros. «Imagínate si sumamos todo lo que las chicas tenían pendiente en el sitio».
Aún no hay novedades de CamCokine
Es legítimo preguntarse qué ha podido ocurrir para causar esto. ¿Un hackeo? ¿Mantenimiento del sitio? Esto es lo que la responsable del sitio, Célia, anunció a las trabajadoras sexuales. Y 3 días después, la plataforma cerró y desapareció de Internet. Nada tranquilizador. Sobre todo porque el mantenimiento de un sitio web no debería durar varios meses… Así que, tras esta ducha de agua fría, las chicas se organizaron abriendo un segundo foro para intentar averiguar más.
CamCokine multiplicó entonces las excusas en los días siguientes para justificar el cierre del sitio, y el impago de las facturas de las camgirls. Un ex-moderador que supuestamente robó 40.000 euros de la plataforma, un robo en la web, presiones al gerente, etc. «¡Incluso el Covid-19!», se reía una de las chicas. «Es difícil ponerse en contacto con Célia: borra nuestros mensajes en Twitter, no responde a los correos electrónicos ni a las llamadas telefónicas… Sólo responde cuando le preguntamos en las redes sociales. Estamos a oscuras, y cada semana hay una nueva excusa.”
Aunque CamCokine se había comprometido a pagar las facturas pendientes con un mes de retraso, no lo hizo. En su lugar, las camgirls recibieron otro correo electrónico en el que se decía: «Debido a la quiebra del banco WireCard (Alemania), «el principal método de pago de nuestros clientes», es imposible realizar los pagos». Sin comentarios…
Una quiebra que arrinconó a las camgirls
No es difícil imaginar las dificultades a las que se deben enfrentar los usuarios de CamCokine cada día desde entonces. No hay más ingresos, lo que conlleva dificultades económicas y, por extensión, dificultades de salud mental (depresión, trastornos alimentarios, etc.). Afortunadamente, existen servicios como el de la asociación Pineapple para quien necesite ayuda. Se trata de un grupo especializado en dar apoyo a la salud mental de las personas que trabajan en la industria del entretenimiento para adultos.
Este cierre inesperado y repentino ha sido catastrófico para un gran número de mujeres. Muchas contaban con el sitio para vivir:
«Algunas camgirls tienen hijos que alimentar y no tienen a nadie que las apoye», explicó una antigua camgirl del sitio, quien, además, afirma que: “Le han bloqueado las cuentas bancarias a la gente, lo que significa que ya no es posible hacer una transferencia o tener una tarjeta de crédito. Las chicas han recibido avisos de desahucio porque ya no podían pagar sus facturas (…). Siempre nos prometen cartas de los abogados, pero no recibimos nada.”
Sin dinero, es imposible que las chicas que trabajaban sólo en CamCokine puedan pagar sus facturas (entre otras cosas)… y por lo tanto no pueden continuar en el oficio ni llevar sus shows a otras plataformas. Están atrapadas.
Otra camgirl nos cuenta: “Para mí ha significado sobre todo problemas con mi salud mental. El modo en que [Célia] nos trató, y la forma en que inventó cosas horribles sobre mí, fueron emocionalmente abrumador. Estoy bajo el cuidado de un psiquiatra y me han diagnosticado depresión. Había descuidad mi propio bienestar, me arrepiento mucho.”
Además, también parece que la acogida que se da a los que se quejan no es la más agradable. Según los testimonios de antiguas trabajadoras de CamCokine y los mensajes consultados, Célia parece ser una gestora con un temperamento difícil.
«Puede estar insultándote (…) y diez minutos después intenta lavarse las manos diciendo te quiero. Estamos hablando de una mujer de 60 años, ¿no? No de una chica joven», señaló una de las chicas. «Cuando está contenta, es generosa, si no, amenaza a la gente. Según ella, es su marido el que toma el control de su cuenta en esos momentos, pero no le creemos. Tenemos guardados mensajes de voz en los que nos insulta», continuó su colega al otro lado del teléfono.
Y si querías promocionarte en otras plataformas pero tenías la mala suerte de ser descubierta, había consecuencias: «Célia insistió en que teníamos que trabajar exclusivamente con CamCokine. Pero ninguna de nosotras lo hacía. No somos sus empleadas; no hemos firmado un contrato de trabajo con ella. Somos proveedoras de servicios, por eso nos pagan con facturas y no con un sueldo».
El último punto que también enfada a las chicas es la forma en que el sitio les ha prometido la devolución de su dinero. Como 1 token equivalía a 1 euro, algunas tenían el tarro de las propinas bastante lleno y, por supuesto, querían reclamarlo. El problema es que el sitio ha anunciado en Twitter que el dinero se transferirá cuando las chicas vuelvan al sitio. Sí, esto definitivamente es chantaje.
La decisión se tomará en los tribunales
La vía judicial es la única que queda abierta para resolver el conflicto entre las camgirls y CamCokine. La directora del sitio tiene múltiples denuncias en su contra, entre ellas por abuso de confianza, insultos, difamación y amenazas. Una de las trabajadoras sexuales declaró decididamente: «No me importa recuperar mi dinero. A diferencia de otras, a mí me afecta poco. Pero quiero que ella pague por todo esto. No debería poder dirigir este tipo de sitios».
Sin embargo, CamCokine no ha permanecido en silencio. Incluso parece que ha intentado aliviar las tensiones. A través de un documento oficial a principios de octubre, la empresa comunicó su voluntad de buscar un terreno común con sus acreedoras. En una carta, emitida por su representante designado y dirigida a las camgirls, se especifica que el «memorando de entendimiento relativo al proyecto de liquidación amistosa de la deuda» no debe superar los «36 meses».Pero no hay solución inmediata.
«De momento, se trata de identificar a las acreedoras y las cantidades que se les deben».
Pero esto no es suficiente para satisfacer a las camgirls, y con razón. Sobre todo si tenemos en cuenta las cantidades que esperan. Una de ellas calculó mientras hablábamos por teléfono: «Me deben más de 2.000 euros. En 36 meses, fueron 60 euros al mes. ¿Van a pagar mi factura de Bouygues durante dos años…?» Otra interviene: «¿Cómo van a arreglar todo esto? ¿Con lo que las chicas generaron por su trabajo? Eso es despreciable». Problema: no todas las camgirls han recibido la carta informativa del representante, y potencialmente desconocen esta solución para recuperar su dinero. «Para colmo, el sitio tiene toda nuestra información personal, ¡incluyendo nuestras direcciones!»
¿CamCokine regresa pronto?
Si alguien esperaba que el sitio volviera a finales de año, sus esperanzas se han visto defraudadas. Más aun considerando lo que CamCokine ha tuiteado sobre su regreso en múltiples ocasiones. Por un lado, han intentado defender su negocio y, por otro, las camgirls están siempre a la espera de un regreso, de una conversación, de sus ingresos, etc. En otras palabras, de repente, las cosas no van bien.
«Anunciar un regreso, sin mencionar nuestro dinero, mientras se finge que todo está bien es inaceptable». Algunos advierten a las aspirantes a camgirls que podrían estar tentadas de hacer carrera en CamCokine, o de volver al sitio. “Es una plataforma con una clientela poco importante. Lo entendería si se trata de una camgirl que no trabaja en ningún otro sitio, o que sólo tiene este sitio como fuente de ingresos. Pero le diría que tuviera cuidado». Más categóricamente, una última camgirl afirma: “Logré poner los pies en la tierra en otro sitio. CamCokine se acabó para mí.”
El día en que se escribió este artículo (noviembre), el sitio seguía cerrado, así como la cuenta de Twitter, tras un último intento de explicar las cosas a las camgirls.
Fuente: le Tag Parfait