Hay quienes piensan que ser una camgirl es solo un pasatiempo y no un trabajo real. Si bien es divertido y las chicas se la pasan bien, también es necesario ser paciente y aprender de la experiencia para lograr ganar mucho dinero con este oficio. Y es que, para una profesión tan provocativa como esta se requiere mucha concentración : los prejuicios.
El trabajo de las camgirls es tan honrado como el de cualquier otra persona. Así que no hay razón para avergonzarse al actuar de manera seductora frente a la cámara. Contrariamente a la creencia popular, no basta con acostarse en una cama o sentarse en una silla con una sonrisa en la cara para recibir dinero.